jueves, 15 de abril de 2010

Acabo de volver de la mayor degradación de la sociedad del siglo XXI. ¿Un encuentro de jóvenes alcoholizados en un parque suburbano? Más o menos, pero más bien un intento de concierto de rock. Había guitarras y baterías, groupies, y subnormales haciendo pogos, no obstante, rock lo que se dice rock, lo justo.

Un bajista que se apaña con las cuerdas superiores (de manera exclusiva, por supuesto), un cantante, que, aunque no era malo, desde luego se creía poeta. Poeta de bragueta, diría yo. Gente de esa que cree que huye de parecerse al canto del loco, y en el fondo son lo mismo, pero con baterías más fuertes y en cámara rápida.

Cuanta razón en la boca de Dylan cuando dijo que los Rolling Stones eran el primer y último gupo de rock. Quizá diga esto porque llevo un par de copas de mas, (en realidad solo he bebido media copa, pero debía de llevar quetamina) pero creo que por estos tipos las mujeres deberían incrementar la longitud de sus faldas.

No sé, quizá las hormonas se alteran con “medias copas quetaminadas”, pero las pibas dan asco. En cualquier caso, yo nose porque, pero borracha veo lo peor de la gente. Son todos entupidos, banales y banalizaores. Debería hablar con intro. ¿Esto son nociones u observaciones?

Mañana iré a una comunión. No sé, quizá renunciar a Satanás sea precipitado con 10 años.

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