martes, 21 de diciembre de 2010

- He descubierto una cosa recientemente: los verdaderos amigos son aquellos que están a nuestro lado cuando nos suceden las cosas buenas. Nos apoyan, se alegran de nuestras victorias. Los falsos amigos son los que sólo aparecen en los momentos difíciles con esa cara triste, de "solidaridad", cuando en verdad nuestro sufrimiento les sirve para consolarse en sus vidas miserables. Durante la crisis del año pasado, aparecieron varias personas que no había visto nunca y que venían a "consolarme". Detesto eso.
–A mí también me pasa.
–Agradezco que hayas aparecido en mi vida, David.

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